jueves, 16 de diciembre de 2010

Invictus - William Ernst Henley

Out of the night that covers me,

black as the Pit from pole to pole,

I thank whatever gods may be

for my unconquerable soul.


In the fell clutch of circumstance

I have not winced nor cried aloud.

Under the bludgeonings of chance

my head is bloody, but unbowed.


Beyond this place of wrath and tears

looms but the Horror of the shade,

and yet the menace of the years

finds, and shall find, me unafraid.


It matters not how strait the gate,

how charged with punishments the scroll,

I am the master of my fate:

I am the captain of my soul”

jueves, 9 de diciembre de 2010

This Is The House That Doubt Built

Durante tiempo has estado persiguiendo metas, surcando mares y buscando orillas. Durante tiempo has estado luchando para convertir en realidad todos tus proyectos e ilusiones. Durante tiempo has estado esperando que las cosas mejorasen, que poco a poco las nubes que tapaban tu cielo fuesen disipándose y pudieses ver, allá en el horizonte, tierra. Tu Tierra.

Has luchado, has caido, te has levantado y has vuelto a luchar. Y asi lo has ido haciendo desde que empezaste todo esto. Y así esperas poder seguir haciendolo durante mucho tiempo más.

Sin embargo, últimamente te embarga una sensación desoladora. No te levantas con el mismo ánimo, ni con la misma fuerza, ni con la misma determinación que hace unas semanas. Empiezas a estar quemado, a sentirte cansado y medio decaido. Te sientes desalentado, magullado y vacío. Y lo que es peor, sientes que esta sensación lo empaña todo.

Pero en el fondo, en lo más fondo de tu ser sabes que ésto es parte del precio que debes pagar. Es en estos momentos donde debes aprender el valor real de tu elección, donde debes ser capaz de ver lo mejor de ti y de los demás, donde debes hay enfrentarte a tus miedos y donde debes aprender a brillar por ti mismo.

Durante los últimos meses has estado trabajando duro, siempre tirando hacia adelante y, lo que es más importante, siempre replanteandotelo todo de nuevo, siempre dándote permiso a dudar, a temer y a retroceder. Te estás convirtiendo en alguien fuerte, en alguien que no teme decir que tiene miedo, que no teme mirarle al miedo a la cara y decir que aquí hay uno que no se acobarda. Uno a uno estás enfrentando tus miedos, miedos reales, miedos imaginarios y miedos que, durante mucho tiempo, han guiado tus acciones aunque tu no tuvieses idea de ello.

Hoy es otro de esos dias en los que no te vendría nada mal una pequeña ayuda. Pero hay que seguir, seguir avanzando y seguir creyendo en que todo llegara.

Y asi sigue el viaje.