jueves, 21 de octubre de 2010

The Things We Carry

Un año más. No hace ni 12 horas que has empezado el dia y ya sientes como si los cambios que llevas tanto tiempo persiguiendo, los destellos que llevas tanto tiempo intuyendo y las promesas que hace tanto tiempo que temes hacerte estuviesen aquí. Puedes verlas, puedes tocarlas, sentirlas, oir como te prometen fuerza, vivencias, estímulos y aventuras nuevas.

Promesas de dias que no terminan, en las que te levantarás con un ánimo y una determinación que aún no conoces.

Promesas que cambiaran tu vida y, lo más importante, serán capaces de cambiar la vida de otros.

Promesas de momentos en los que entenderás que del mismo modo que lo eterno se compone del ahora, la perfección se compone de miles, millares de pequeñas cosas que a simple vista parecen imperfectas pero que, más allá de lo que parezcan, la suma de todas y cada una de ellas dará un significado a tu existencia.

Promesas de batallas de las que, a veces, saldrás como vencedor y, otras veces, vencido. Pero más allá de vencer o perder, sabrás que lo realmente importante y lo que determina quien eres es la capacidad de defender en lo que crees. Y más allá de eso, no importaran ni victorias ni derrotas, pues la sensación y la convicción de estar haciendo lo que importa será tuya. Y no habrá nada ni nadie que pueda robarte eso.

Promesas de viajes donde se abriran nuevos horizontes, nuevas culturas y nuevas personas. Aventuras que sabrás cuando empiezan y cuando acaban, y que dependerá de ti, solamente de ti, el hecho de sacar lo máximo de cada minuto y de cada oportunidad.

Promesas de noches en las que sabrás entregarte a tu pasión, al juego y a la seducción, y en la que no importaran ni los libros, ni las apariencias, ni el sitio. Solo importaran dos personas que quieren compartir algo, por muy íntimo o por muy banal que esto sea. Y muy posiblemente ese momento no sea algo consagrado, ni algo magno, pero será tuyo y lo habrás construido tu.

Promesas de experiencias en las que conocerás la otra cara de la moneda. En la que verás que todo lo que llevas 4 años asimilando tiene su parte viva. Y que dentro de esta parte hay dolor, hay llanto, hay incomprensión y frustración. Pero que dependerá de ti y de tu destreza intentar convertir todo ese dolor en algo positivo y dependerá de ti el que las personas sean capaces de apreciar su propia luz dentro de esta oscuridad. Porque has aprendido o quieres aprender a creer que toda persona tiene su razón de ser, sus sueños, sus frustraciones, sus miedos y sus esperanzas.

Tal es el mundo que se abre ante ti, tal es la vida que puedes llevar. Pero para poder llevar esta vida, primero debes hacerte digno de ella.

El mañana empieza hoy. Ve y cambia el mundo

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